Constituye un paseo obligado desde San Carlos de Bariloche o San Martín de los Andes, de las que dista unos 100 kilómetros, mientras que sólo 60 la separan de Villa La Angostura. Si bien parte de los caminos es de ripio, están bien mantenidos y son transitables. Sólo en invierno es necesario consultar sobre posibles nevadas o hielo sobre la calzada. Las calles interiores de la villa son sinuosas y siguen los desniveles del terreno. Prevalece el uso de la madera, tanto en las construcciones como en vallados y ornamentación.
Las actividades comunitarias están unificadas en el centro cívico. En los últimos años, debido a su gran desarrollo, la población se ha extendido hacia la parte alta y a lo largo de la ruta provincial que corre paralela al lago. Sus pobladores han trabajado intensamente por el progreso turístico de Villa Traful. Año tras año crece el número de visitantes que desean conocer un lugar de gran belleza natural muy poco alterado por la mano del hombre.
Villa Traful tiene el orgullo de contar con las aguas puras, cristalinas e incontaminadas de un lago que se mimetiza con los colores del cielo. Sus múltiples actividades acuáticas y magníficas playas de arena o piedra la hacen el lugar adecuado para disfrutar de vacaciones y descanso. La pesca es una de las principales actividades que la villa brinda al visitante. Ríos y rincones excepcionales dentro del extenso lago permiten la obtención de buenas piezas. Por estar inserta dentro del parque nacional Nahuel Huapi, Villa Traful mantiene ciertas normas de manejo del suelo y de cuidados para evitar la contaminación ambiental.
Las características de sus alrededores, con sus formaciones rocosas y cascadas, ofrecen infinidad de caminatas y cabalgatas. Con distintos tipos de dificultad, se puede elegir circuitos que se internan en los cerros vecinos.
Una variedad de alojamientos, gastronomía y servicios turísticos promete una excelente estadía a lo largo de todo el año. Tiene todos los servicios esenciales. Sólo resta incorporar en forma masiva el de Internet, ya que sólo lo ofrecen algunos lugares habilitados para tal fin.
Se elige Villa Traful para lograr el descanso y para dejar atrás el estrés y la rutina de las grandes urbes. De noche, las opciones están dadas por una buena cena o cerveza tirada y la proyección de una película. No hay discotecas.
Los paisajes, los perfumes y el modo de vida de Villa Traful ofrecen tranquilidad y tiempo para disfrutar de la naturaleza en estado casi virgen.
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